El espejo me devuelve una mirada,
que no me pertenece.
¿Quién es la criatura que asoma en esos ojos?
¿Sabe que habita la prisión de estos huesos?
No tiene nombre,
ni lengua que la nombre,
ni deseo;
solo el antiguo oficio de observarme
desde un reflejo compartido.
¿Fue hilada en el vientre de algún dios menor,
o elegida para fingir ser yo?
Las preguntas se quiebran en el cristal.
A veces creo que espera mi derrota.
¿Un castigo?
¿Una ancestra que susurra en la sombra?
¿O acaso soy yo, mirándome
desde un tiempo que no existe?
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Autor:
Clara Verdoy (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 27 de agosto de 2025 a las 17:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: ANGHELUZ., Lualpri, Mauro Enrique Lopez Z., _Incipiens_, alicia perez hernandez, Mª Pilar Luna Calvo
Comentarios2
A veces hay un temor en enfrentar el propio misterio; el silenciarse, el saber estar a solas con uno mismo es el camino de la autoreconstrucción.
Estoy de acuerdo con lo que dices, es importante conocerse, hacerse las preguntas, quizá, adecuadas, cuando estas delante del espejo y esa mirada te inspecciona. Y da vértigo enfrentarse a ese yo del espejo, pero es muy necesario para poder seguir adelante.
Muchas gracias por tu comentario.
Clara
Precioso poema, me ha gustado mucho.
Yo lo veo más desde el punto del autoconocimiento.
Un saludo.
Si, es parte del autoconocimiento y de la reconstrucción de uno mismo. Creo que esas preguntas, las dudas, nos llevan a la evolución como seres humanos. Muchas gracias por tus palabras, me alegra mucho saber que estos pequeños poemas llegan de algún modo a los lectores.
Saludos,
Clara
Gracias a ti Clara por compartirlo y hacernos partícipe de él, mediante la reflexión.
Un abrazo.
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