El cielo toca la tierra olvidada,
manos suaves de piedra guerrera,
sedosa humedece la piel entera,
la pasión es naturaleza dada.
En el seguro altar de tu cuerpo,
descansa febril la espera de ansias,
blanca hoja de culpas y de gracias,
inquieta esperanza de lo incierto.
La experiencia alumbra a los mortales,
en la prisión severa de la mesura,
la caricia desnuda a los inmorales.
Sin amor la complicidad dictadura,
los arcángeles bajan a mortales,
y en la tierra arde intacta tu dulzura.
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Autor:
Chico (
Offline)
- Publicado: 27 de agosto de 2025 a las 00:34
- Categoría: Amor
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: JUSTO ALDÚ, alicia perez hernandez, MISHA lg, Mauro Enrique Lopez Z.
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