Y si en la urgencia te arranco las bragas,
no habrá ley ni clemencia en tu cintura;
como deseo o locura que embriaga,
y a mis ansias cuchillos en tu hondura.
Tus pechos, dos relámpagos de vino,
me reclaman mordiscos en su estela;
y al bajar, en tu gruta me destino,
a beber lo que el alma desconsuela.
El sudor es tormenta en tus caderas
y en esa humedad mi piel se extravía;
el gemido estalla entre las esperas
mientras tu cuerpo se pierde en la mía.
Serás llama que en mi fuego se embriaga.
Arder y no saber cuándo se apaga.
JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025
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Autor:
JUSTO ALDÚ (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 26 de agosto de 2025 a las 08:53
- Comentario del autor sobre el poema: No suelo escribir poemas eróticos, pero no está de más hacerlos. Espero que las damas no se sientan incómodas, Saludos,
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 5
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque
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