Carta para el amor que aún vive en mi corazón.

Hola,
No sé si algún día leerás esto, pero hay palabras que necesitan salir, aunque sea al viento.

No escribo para incomodarte ni para forzarte a nada. Solo quiero compartir algo que me nace desde lo más profundo.

Fuiste, y sigues siendo de alguna forma, una persona muy importante en mi vida.

Lo que vivimos fue real, intenso, y hermoso.

A veces, en medio del silencio, me descubro recordando momentos que me hicieron sonreír,

y aunque duelan un poco ahora, también me recuerdan que alguna vez amé de verdad.

Me duele no tener respuestas, sí, pero más que eso, me duele no saber cómo estás,

si encontraste lo que buscabas, si estás en paz.

Aun así, el cariño no desaparece con la ausencia.

Permanece. Y con él, una pequeña esperanza.

No de volver necesariamente, ni de revivir lo que fue.

Pero sí de que algún día podamos mirarnos, aunque sea de lejos,

con la tranquilidad de quienes se quisieron bien.

Con la madurez de quienes supieron dejar ir lo que ya no era, sin borrar lo que sí fue.

No te guardo rencor. Te guardo un espacio bonito, lleno de aprendizajes, de ternura, de amor.

Y aunque hoy no estés, aunque no respondas, te deseo todo lo bueno que la vida pueda darte.

Y si algún día, por cualquier motivo, decides mirar atrás, aquí estaré.

No esperando, pero tampoco cerrando las puertas al cariño verdadero.

Con esperanza y con paz,