Chicos de altura (ii)

Jhetsefany

Preveo que es usted muy sabio en eso.
En eso de juntar boca con boca,
y creo, venga Dios, que desemboca
en esa cosa que le llaman beso.

Pero he de confesar, yo le confieso,
que ver tan gran tesón si me provoca,
pero será otro día, qué hoy no toca
llegar a consumar tan buen suceso.

No crea que no aprecio la enseñanza,
al menos advertir la disciplina
que es previa a toda práctica de danza;

mas dicen que detrás de una cortina,
a veces se pasea la esperanza
que sabe como abrir una vitrina.

 

......

Si el cantar danza provoca
un baile de dos o más,
aquel que quiere el compás,
debe ser el que lo invoca.
Pero si solo pone boca
o un trapo rojo de pro,
si lo inseguro cantó
con el miedo a la respuesta,
para danzar, la propuesta,
¿habré de invocarla yo?

 

Si no existe buena usanza
de hacer un querer queriendo,
será que es falso el atuendo
que solicita la danza.
Si es tan alta la semblanza
que la humildad tiene tos,
para esas cosas de dos
en acción de perseguir,
yo detrás no voy a ir,
pues solo persigo a Dios.

 

Aunque eso, es cosa vana
que no da buen resultado;
parece mirar sentado
por una opaca ventana.
Entre pausas y desgana
por su razón se escondió,
por la misma no escuchó
y por venir, no vendrá,
mas con suerte algo dirá
cuando vaya a verle yo.

.........

 

 

 

Jhetsefany

 

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