CINCO

KETZAL

Tan oculto puede estar el interior

Tan profundo en su aprehensión

Escribir no es hablar

La palabra resiste a su lengua

Antes mirar seguía una culpa débil

 

Sé qué me hace feliz

Busco esa pequeña sensación

Resuena como tensión superficial alterada

Como ecos perceptibles 

 

Quizás esta falta de atención me paralice

Quizás a través de ella supongo los días iguales

Es tarea propia aprender a distinguir

No es lo mismo cansancio y agotamiento

 

Esta percepción es poseída y se cierra

Quién pudiera sacudirse y observarse en perspectiva

Placer en el tiempo

Y en repasar ese tiempo con sentido

 

Qué guarda mi alma ciegamente

Tantos consejos y nuevos inicios

Tanta palabra bendita y bendecida

Razones que no resisten su debate

 

Por siempre hijos de nosotros mismos

Por siempre huérfanos 

La recompensa modifica el presente

Saber de aquel esfuerzo sobre esfuerzo

 

Resistencia de la entrega

Resistencia ante la vida

Cambiar conforme a estaciones y bosques

Concebir la marea

 

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