CALMA

Voy sin afán por esta vida pues sé que….

He de encontrar un rincón tranquilo, tal vez inmóvil, alejado de júbilos o glorias o tal vez vanas tristezas desgastadas, en donde reposen con desgano mis pesados parpados y la calma se apodere de este cuerpo en que he vivido.

Me salvare a tiempo. O quizá no, de los juicios que el mundo reserva para todos, porque ni siquiera la sangre derramada por los justos será lavada en el momento impío.

Y he de evitar que la duda atormente el tiempo que me quede, pues nada puede haber que remuerda mi conciencia ya que el látigo injurioso no hace parte de mis días. Pues solo me importa la poca plenitud sin agonía.

Quiero dejar pasar las sombras del recuerdo vano, pues ya me acordare de suspirar entre sonrisas, envuelto en el suave olor del perfume eterno en que me pierdo por momentos, atado suavemente al cuerpo de quien amo y me ama sin clausulas, limites o excusas

No me ocupo en demostrar si valgo oro o si tan solo soy un poco de polvo que se pierde en lejanías, con no hacer daño me conformo y me deleito, pues nunca he cometido sacrilegios que me obliguen a esconderme o a vivir entre vergüenzas de oprobiosos actos

Así pues, he de encontrar un rincón tranquilo para verme y escucharme, para estar solo conmigo, para saber si fui digno de esta vida que aún vivo, para beber un sorbo de café o una copa de algún vino que me permita sentir y recordar que no deje ninguna deuda, ni tristezas regadas a la vera del camino.

Luis Rafael Blanco

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Agosto / 2025