Con los fragmentos de esperas
en la dársena del puerto,
fabrico un barco sin velas
y floto haciéndome el muerto.
Con los trozos de botella,
después de la botadura,
hago un puzle de las huellas
que dejó el tiempo que dura.
Con los rescoldos del fuego
que va dejando mi ausencia,
hago cubitos de hielo
(en justa correspondencia).
Con la brisa que me toca
cuando ya no estoy al mando,
oigo decir en tu boca:
las letras se van volando.
Tengo un verso en la punta de la lengua
con los polvos que fueron estos lodos,
pero cuanto más tiro, más se mengua,
como un loro que calla por los codos.
Tengo un bar que se llama Desenfreno,
una puerta indicando la salida,
un presente abonándome el terreno
y un planeta sangrando por la herida.
Tengo un sueño que sube mis apuestas,
un café que me dicta lo que escribo,
una duda que siempre llevo a cuestas
y un ayer que no sé si sigue vivo.
Tengo un mapa del iris de tus besos,
otro yo que me aguanta la mirada,
un quizás devanándose los sesos
y otro sí-pero-no de doble entrada.
Tengo un hola negándome el saludo,
un reloj dando el pésame al pasado,
un poema que se ha quedado mudo
y un lugar de La Mancha ya olvidado.
Tengo un cielo jugando al escondite,
un mensaje que omite el remitente,
una elipsis pegada con Loctite
y un no sé declarándose insolvente.
Tengo un socio con pinta de banquero,
un barquero que cuenta tres verdades,
unas niñas que no pagan dinero
y un diván que no sabe si lo sabes. (😂)
Tengo fiestas, amigos, desengaños,
un jardín, una flor, una corbata,
soledades que ganan con los años
y una vida que me costó barata.
Tengo un labio esperando que lo muerda,
otro más que se sale con la suya,
una boca que ya no me recuerda
y la mía, que hace esquina con la tuya.
Tengo un fiel compromiso con la ciencia,
un licor que me cuenta mis fracasos,
una copa brindando con tu ausencia
y dos huellas siguiéndome los pasos.
Tengo idilios, pasiones, mariposas,
un soneto que llaman en tendencia:
yo no creo demasiado en esas cosas
(con perdón por tamaña impertinencia).
Tengo filias, axiomas, conclusiones,
un colchón tan holgado como frío,
un azar que no pide explicaciones
y este mar, tanto tuyo como mío.
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Autor:
Franjablanca (
Offline)
- Publicado: 24 de agosto de 2025 a las 15:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2
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