Una escasa luz

Una escasa luz caía sobre la rosa, la roía… casi la aniquilaba de dolor

Él punzaba sobre sus pétalos, dentro de ella a modo de ausencia, él propiamente se alejaba de ella 

Y es que nada existe mas que sobre su fondo de ausencia. 

Y se precipitaba en ella un dolor

Lo inmenso de un vacío

Algo sucedía y no sucedía en la flor …

Algo como una secreta inclinación la arrojaba hacia él, la partía hacia el infinito de su corazón y piel

Ella lo extrañaba como se extraña un conjugado e inexorable fin.

Él, mis espinas…

suspiró la rosa de dolor

Y como un castigo se afirmaron inmediatamente sus derechos sobre la realidad

Él siempre se marcha de mí, siempre se va de mí y se aleja.

Me hiere como un tejido blando, vegetal y roto

Me dejo caer en el sofá

Me tiendo al tiempo y a mis lagrimas

Aprendo así a maldecir el tiempo 

por más delicioso y encantador que este pueda parecer.

Repudio el tiempo necesario para aliviar tu castigo

Pero también repudio el despreciable tiempo en que he de olvidarte y me proporcione alivio.

De repente, una escasa luz caía sobre la mariposa

Y tu corazón me oía, latía y latía fuerte solo para mí… 

Y rociaba todo de una inmensa e insolente fragilidad

Yo volaba y tú simplemente me observabas y vacilante e infantil sonreías. 

Por un instante comprendía de que materia está hecha la alegría y su efímera felicidad