"Novatos en la escena + Una comparsa cansada"

Llegaron con voz de trueno,
los discípulos del mono,
sin rumbo, sin arte o tono
cargando su circo ajeno.
Provocan, pero en veneno
su palabra se deshace,
y aunque el eco los abrace,
siguen fieles a un mandril,
payasos sin ningún perfil,
que en su farsa se desploman.

Gritan mucho y nada dicen,
repitiendo la consigna,
la tropa se desanima
cuando al ridículo caen.
Espejismos que se quiebran,
son apenas sombra vana,
muñecos sin luz temprana,
que presumen sin razón,
pero en cada discusión
su mentira se desgrana.

Son novatos en la escena,
traen aliento de derrota,
su bandera ya se nota
fabricada en pura pena.
Se arrodillan y veneran,
obedecen al gran simio,
relinchando en su delirio,
con bufones en desfile,
un ejército muy pobre,
que perecen condenados

No hay batalla en su llegada,
solo escándalo barato,
el insulto es su contrato,
la mentira su emboscada.
La comparsa está cansada,
los ve como carnaval,
porque su verbo mortal
no pasa de ser ladrido,
un ejército podrido
con disfraz de miserable

la comparsa cansada

Seguidillas...

Vienen con bulla,
cargan el grito,
pero en el fondo
no hay manuscrito.

Siguen al mono,
ciego su andar,
bestias sin norte,
solo ladrar.

Se hacen los bravos,
parodia cruel,
dejan cenizas,
fingen la piel.

Hablan sin tino,
cantan sin voz,
quieren el trono,
pierden con dos.

Tiran la piedra,
esconden mano,
fingen la gloria,
caen temprano.

Son marionetas,
de un buey servil,
monos que bailan
su red pueril.

Alzan pendones,
quieren brillar,
pero sus himnos
vuelven a fallar.

La orden nueva,
no sabe reinar,
solo es comparsa,
rumor vulgar.

Vienen por Ordaz,
gritan lo mismo,
juez y fanático,
su catecismo.