Tu inesperada manera de enseñarme el destino,
como un río que fluye sin rumbo,
apareciste en mi vida como un susurro en la noche,
ojos azules como las estrellas que brillan en el cielo.
Eres la única que curó todas mis heridas,
como un médico que sana con manos de ángel,
gracias por arreglar mis días de jardines marchitos,
solado entre un capullo para mejorar mi vida de vicios.
Cuando eras bonito y te fuiste,
como una hoja que cae del árbol en otoño,
y me dejaste gritando solo tu nombre en un callejón sin salida,
como un eco que resuena en la soledad.
Por eso te digo en esta tinta de papel y café,
como un poeta que escribe con lágrimas,
volverte en el futuro,
espero volver a verte para cerrar las brechas
con un corazón asfixiado en el vasalle de fragmentos,
en el Crisol del Amor, donde el fuego purifica.
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Autor:
Poeta Dolido (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 21 de agosto de 2025 a las 17:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z., Pilar Luna
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