Al final del día quiero dejar este mundo unas horas. Descansar este corazón agotado por ambos lados. Un corazón que ha crecido, pero se ha dolido otras veces de amar, sentir y cuidar de la mejor manera posible sobre aquellas batallas que fueron extenuantes.
Quiero irme de este mundo durante estas horas sabiendo que derramé amor en todo lo que hice; que estrellé mi alma en todos y cada uno de los días; que intenté algo mientras estuve aquí; que arriesgué.
Al final del día sólo quiero sentirme orgullosa de la forma en que convertí cada pérdida en una lección; cada silencio en una respuesta; cada ausencia en una columna; cada espalda en una frente en alto; cada escarnio en una fortaleza callada; cada lágrima en una gota de agua para el tiempo de sequía.
Saberme de pie cuando sucumbía apenas por la forma en que creí en la luz, incluso cuando no podía verla.
Al final del día, dejando el mundo de hoy por unas horas, estaré orgullosa de la forma en que me desconecté del dolor intermitente y enlacé la fuerza a mi voluntad. Satisfecha de escribirle voz a mi palabra, a mi sentir y pensamiento, aun sin tener espectador manifiesto.
Orgullosa de la persona en la que desde hace otras pocas horas, la misma vida me ha convertido.
Ayer, quizá sea mañana...
Buenas noches, buenos días.
Yamel Murillo
La muerte perdida en el laberinto©
D.R. 2022
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Autor:
Yamel Murillo (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 19 de agosto de 2025 a las 19:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2
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