Si fuera un film, este relato tendría que prevenir, de que puede herir la sensibilidad del espectador.
Lidia una mujer, de sesenta años ya vivió toda la cuota de dolor y sufrimiento.
Siempre trabajó, hace diez años le pasó lo más terrible, que puede sucederle a una madre- Perdió su hijo uno de los tres, el más pequeño, no de manera natural.
Sino que sus propios compañeros, lo mataron.
El joven era policía, había tenido un hijo y la señora le había puesto restricción, para que no lo viera. No sé bien si sería violento o la mujer tendría miedo que usara su arma.
Lo concreto, es que se deprimió y no salía de la casa y tampoco avisaba que iría a trabajar.
Lidia lo veía cada vez peor, ella tampoco podía hacer mucho. Una mañana, sus compañeros fueron a la casa, le dijeron que saliera .
Pero al resistirse le tiraban humo o fuego.
Ella hablaba de fuego, yo estaba muy atónita, para preguntarle detalles .
Lidia gritó, desde fuera déjenlo ¡BASTA!
El no salió voluntariamente y cuando lo vio, estaba dentro de un sobre negro.
No le correspondió ninguna compensación, por parte de la fuerza, pero no iban a admitir que se trató de un homicidio.
En los films, por lo general hay un intermediario que habla con el atrincherado, para que pacíficamente se entregue.
Ella con mucha rabia y los ojos humedecidos, me dijo: que él siempre le había dicho, que no le iba a faltar de nada, porque había pago un seguro de vida.
Cuando fue a retirar, la cifra, no le alcanzaba para pagar el alquiler. Creo que nunca más vio a ese nieto, producto de tanto dolor. La historia fue totalmente movilizadora y no sería de las que saliera en la prensa.
-
Autor:
rosi12 (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 19 de agosto de 2025 a las 08:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 6
- Usuarios favoritos de este poema: crisantemo, Tommy Duque, Pilar Luna
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.