Cinco Faces.

I. Pasión
Te amé con la fiebre de un sol sin descanso,
mis manos eran incendios buscando tu piel,
y en cada beso ardía el universo entero,
sin margen, sin pausa, sin miedo al final.

II. Deseo
Eras la sed y yo la viajera perdida,
la fuente que bebía hasta romper el vaso,
las madrugadas nos hallaban despiertos,
con el alma rendida al pulso de los cuerpos.

III. Ternura
Después, aprendí a amarte en silencio,
a verte dormir como quien guarda un milagro,
a ser refugio, calma y puerto seguro
cuando la tormenta quería entrar en ti.

IV. Melancolía
Pero llegó la sombra sin pedir permiso,
la risa se apagó en la esquina de tus labios,
y en la mesa quedaban dos tazas frías
hablando del tiempo que ya no volvía

V. Pérdida
Ahora canto en un eco que no responde,
mi voz tropieza con paredes de ausencia,
y aunque tu nombre arde todavía en mis manos, solo queda la música triste
de haberte amado hasta dolerme el alma.