Es fácil decir "soy papá",
cuando la distancia silencia el llanto,
un eco vacío en el hogar,
donde tus pasos nunca han estado.
Las manos pequeñas, llenas de fe, extendidas al viento,
buscando tu abrigo, pero la sombra de tu ausencia es ley,
y en sus ojos brilla un mundo perdido.
En la sala fría, el reloj avanza,
camino y camino, mi corazón se agita,
mientras el doctor llama tu nombre en la sala,
y tú estás seguramente en una lejanía infinita.
No estuviste en tareas, ni en risas de ayer,
en las fiestas que se escapan, como agua entre los dedos,
yo en tu espera murmuraba, ¿dónde estás, papá?
la vida pulsa fuerte, pero tú no eras el eco.
Cambiar mis planes, aprender a girar,
entre cuentas y sueños que no puedo alcanzar,
un regalo en la bolsa, una sonrisa que dar,
pero en este vaivén, yo debo estar.
No es una medalla que brille por fuera,
ni un apellido que suene en cada esquina,
ser papá es un reto, un amor sin medida,
un trabajo constante que nunca se termina.
Miro a mi hijo y comprendo al final,
que ser padre es más que un rol superficial,
es valentía, presencia, amor sin igual,
cada día un compromiso, sosteniendo su andar.
Pero si no estás, no pienses en el honor,
ni te aferres a un título que no lleva calor,
porque ser papá es un viaje sincero,
es dar la cara al mundo, un amor verdadero.
Así que despierta, deja atrás la ilusión,
pues ser papá es sembrar, no solo ser voz,
y si decides andar, hazlo con el corazón,
porque la paternidad es una eterna canción.
EL ERMITAÑO SOÑADOR
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Autor:
El Ermitaño Soñador (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 18 de agosto de 2025 a las 09:06
- Categoría: Amor
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: Roberto D. Yoro, Carlos Armijo Rosas ✒️, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
muy bien dicho...
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