Eterno en Ti

Eterno en Ti

Quiero ser en tus días no el viento que se lleva,  
sino el sol que amanece y no sabe ocultarse,  
la raíz en tu alma que nunca se desprenda,  
el eco que persiste sin dejar de nombrarte,  
la luz que en tu mirada decida quedarse.  

Anhelo ser el rumbo que guíe tus senderos,  
la melodía íntima que cante en tu silencio,  
el refugio que encuentres cuando el mundo sea frío,  
la palabra que calme tu temor más profundo,  
el abrazo que nunca se convierta en olvido.  

Deseo ser la lluvia que riegue tu esperanza,  
el trigo en tu verano, la estrella en tu distancia,  
la huella que no borre el tiempo ni la arena,  
el sueño que repitas cada noche serena,  
la promesa que nunca se pierda en la penumbra.  

Busco ser el aroma que flote en tu memoria,  
el sabor que perdure más allá de la historia,  
la canción que no muera cuando acabe el coro,  
el camino que elijas sin miedo al decoro,  
el amor que no pida pruebas ni victorias.  

Quiero ser la tormenta que limpie tus tristezas,  
el faro en tu puerto, la fe en tus certezas,  
la sombra que te abrigue si el sol lastima,  
el verso que te escriba con tinta en la herida,  
la paz que no se rompa ni al final de la vida.  

Seré el mapa que traces con tiza en el suelo,  
el nombre que susurres cuando hables con el cielo,  
la patria sin fronteras donde siempre regreses,  
el pan que te alimente cuando el hambre aparezca,  
y el destino que elija amarte eternamente.

—Luis Barreda/LAB