Adios

Comienza un nuevo capítulo en mi vida, una página en blanco que, aunque llena de incertidumbre, también promete nuevos horizontes y experiencias. Desde hace tiempo, he querido compartir lo que realmente está sucediendo en mi interior y en mi entorno.

El mundo alrededor sigue su curso, ajeno a mis propias transformaciones. La vecina, con su dolor palpable, se enfrenta a la irreparable pérdida de su esposo, un recordatorio constante de la fragilidad de la existencia. Los políticos, en su eterno circo, continúan sus disputas, sus voces resonando en un eco de desilusión. Y el calor de este verano, implacable y sofocante, parece reflejar la intensidad de los cambios que se gestan.

Solía decir que seguía en el mismo lugar, inmutable ante el paso del tiempo, pero incluso eso ha cambiado. La vida, con su sabiduría infinita, se presenta como una escuela constante, y la pregunta que resuena es: ¿estamos realmente aprendiendo? Afortunadamente, me ha tocado aprender y crecer en este proceso. Ha sido un viaje de autodescubrimiento, de confrontación con mis miedos y de aceptación de mis propias limitaciones.

Ahora, me embarco en una nueva aventura. Si todo va según lo planeado, no creo que haya un regreso. Esta decisión, aunque difícil, es necesaria para mi evolución. ¡Cuánto daría por llevarte conmigo en este viaje! ¡Cuánto anhelo que fueras parte de esta nueva etapa de mi vida! Pero sé que los caminos se bifurcan y cada uno debe seguir su propio rumbo.

A pesar de la melancolía que a veces me embarga, todo está bien. De mi parte, estoy profundamente agradecido por todos los bonitos recuerdos que compartimos. Cada risa, cada conversación, cada momento, se atesoran en mi corazón como un valioso tesoro. Cuídate mucho, y que la vida te trate con la misma generosidad que me ha brindado a mí.

Adios