Imposible de negar

Isgo

No sé si perdí otra vez

o vos reíste… y ganaste.

Nuevamente te ocultaste

de una manera poco cortés.

 

Te envié un simple saludo.

Cumpliste tus cincuenta,

¿ves? Aún no perdí la cuenta.

¿Acaso tu lenguaje es el mudo?

 

No esperaba mucho más.

Fue un acto de cordialidad,

el saludarte con amabilidad.

Veo que ni a eso contestás.

 

No pienses que te amo todavía.

Ha corrido mucho el tiempo…

y tengo claro lo que siento:

solo un poco de melancolía.

 

¿Qué hubiera pasado…?

Yo hice todo lo posible,

pero fuiste insensible.

Sueño de antaño… sepultado.

 

Y hoy no hay chance,

ninguna oportunidad.

Ya no habrá posibilidad.

Ni borracho… ni en trance.

 

Tendrás esposo, seguro.

Y yo, esposa en mi lugar.

Es tarde, no vamos a jugar.

Entre nosotros… hay un muro.

 

Y te felicito, la verdad,

que calles y me ignores.

No me hagas favores,

sé que no es maldad.

 

¿Y por qué entonces… te pienso?

La geografía nos separa.

El olvido nos crece… y no para.

¿Con dudas acaso comienzo?

 

A tu perfume lo reconozco

en cada reunión… y negocio.

Lo usa la mujer de mi socio.

En casa… niego que lo conozco.

 

Fotos de aquella época

surgen, videos en mi mente.

¿Vivís en mi subconsciente?

Fibras internas… en mí esto toca.

 

Bueno… lo admito.

A pesar de tenerlo todo,

con nombre y apodo…

si te viera, me derrito.

 

Ese amor de la juventud

me marcó para toda la vida,

como la droga… un camino de ida.

No me deja amar con plenitud.

 

¿Necesito una copa en mi mano?

¿Un buen psiquiatra o psicólogo?

No canción… poesía… o monólogo,

sino reconocer… que soy humano.

Y sí… recuerdo ciertas fechas,

como arquero con sus flechas.

Sé en mi corazón, jamás

esas huellas serán desechas.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.