Inerme

Valeska Ballestero

A veces pienso que nosotros mismos nos rompemos el corazón, pero, ¿qué con el sentir que mi alma ya no es solo mía, sino que la comparto, la entrego, la obsequio, y que al final no nos sentimos tan nuestros? Y luego simplemente, la devuelven, algo rota, manchada, arrugada. ¿Qué con eso? Es como ir a la guerra sin armas, sin experiencia, sin entretenimiento previo, simplemente entregarme al sacrificio, presa fácil, que me cacen con la inocencia presente siendo inconsciente. Al final no tengo totalmente la culpa, yo sabía a dónde iba, sabía que tal vez no regresaría, pero ¿aquello? Aquello sabía que iba inerme, previamente vulnerable, he igualmente sin compasión, me asesinó.

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