Nuestro Corazón

Gustav Steiner

Como dos fulgores del amanecer
nuestras almas se fundieron sin saber
el momento preciso o el tiempo exacto
en que el Amor cubrionos con su manto.

¿Fue acaso una noche de Noviembre?
Si, tú alegre y pasiva; yo con hambre
del elixir celeste de tus labios
que Ovidio atinar no pudo en los astros.

Mi corazón late al son de tambores
de guerra que anuncian nuestros amores;
fija mi mirada hacia el horizonte
sentí el calor de tu boca latente.

¡Ah, cuántas quimeras besan mi mente!
Dirás tú: "Es un hola, simplemente"
Mas con el yo sentí cómo aceite y agua
mezclábanse al aire gris de Managua.

En un momento, como un golpe fatal;
al otro, un suspiro con aire vital.
En eso un verso se aferra al concreto:
digo cual niño que cuenta un secreto.

¡Y me pierdo en el tiempo, en el aïre;
y divago en realismos, sin estare.
Dos almas se fundieron al instante
cuando un beso sonó: ¡Y muero al mirarte!

  • Autor: Gustav Steiner (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 21 de noviembre de 2010 a las 20:12
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 117
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