Abismo Propio

He leído libros, he hablado con cielos,

he escrito plegarias en todos los suelos.

Y sin embargo sigo presa en la niebla,

de un "yo" dividido que todo lo quiebra.

Es como si ya lo hubiese vivido,

por más que intentara esconderlo a paso furtivo.

Vi cómo caía lo que nunca había nacido,

porque el que me hiere... camina conmigo.

mi mente se enreda buscando sentido,

pero solo encuentra un ruido perdido.

Me dice que calle, me grita que hable,

me muestra un abismo, lo pinta amable.

El borde de este contemplo inestable,

intentando entender si puedo curarme.

La tentación de un vacío amable,

sin certezas de un final favorable.

¿A caso yo y mi mente, mi mente y yo,

no somos siameses unidos a favor?

Se suponía que éramos uno, sin daño ni olvido,

pero luchamos en silencio, cada uno herido.

Uno habla de huir, otro de quedarse,

y en ese tirón... empiezo a quebrarme.

Esta batalla nunca está por acabar,

porque una guerra no se puede empatar.

Cientos de días, cientos de noches,

tratando de entender por qué actúas como si no me conoces.

Por mucho que quiera, por más que me esfuerce,

este impulso siempre acaba a contracorriente.

A vece me juro: "esta vez lo consigo,"

"Ya no me hundo, esta vez sigo."

Pero en mi mente hay otra opinión,

y al final, como siempre... tiene la razón.

En mi interior grito, suplico, razono,

pero mi cuerpo no escucha ese tono.

Intento cambiar, pero no lo consigo,

me canso de ser mi pero enemigo.

Promesas rotas que van conmigo,

y un futuro que nunca bendigo.

Siempre caigo en el mismo abismo,

construido por mí, con mi propio cinismo.

Así que respiro... no para sanar,

sino para al menos poder continuar.

No hay paz prometida, na hay fin sin dolor,

solo este presente... y el peso interior.

Y en medio del ruido, de esta tormenta,

aprendo a vivir con lo que me quiebra.

No es victoria, no es liberación,

es solo seguir... con el corazón en tensión.