ÁNGEL DE LA GUARDA----- arreglo y adaptación de antonio cuervo.

ÁNGEL DE LA GUARDA.

Yo miraba ese cuadro. Lo conocía al detalle, En mi mente de niño, imaginaba y sabia que ese ángel realmente estaba ahí, invisible pero presente, cuidándome de cualquier cosa que pudiera asustarme en la oscuridad. Cuando era niño, Mi madre se acercaba a mi cama y me decía con voz tranquila: —No temas, Antonio. El ángel de la guarda está contigo él te cuida mientras duermes. Pero en algo se equivocaba porque eran dos ángeles; el ángel del cuadro y ella mi madre.                               ECHOS REALES: Cuando era niño, apenas con 10 o 11 años, compartía un cuarto con mis dos hermanos. Había tres camas juntas, cada una acomodada contra una pared con una ventana enfrente. Una noche, desperté sin razón aparente y noté cómo la luz de la luna se filtraba por la ventana, formando una franja alargada a los pies de una de las camas. Fue entonces cuando lo vi. Sentada en esa luz, había un ángel. Su silueta era clara, aunque se mezclaba con la oscuridad. Sus alas eran grandes y parecían negras, como sombras delineadas en la penumbra. Su cabello era largo y rubio, cayendo sobre sus hombros, y llevaba un vestido que no terminaba de definir entre azul y blanco. Estaba sentada, con las manos apoyadas en las rodillas, mirando fijamente hacia la luz de la luna. La escena parecía una foto, como si el tiempo se hubiera detenido. Todo tenía colores suaves, casi translúcidos, y la paz que emanaba era indescriptible. Por un momento, me quedé mirándolo, paralizado entre la curiosidad y sin temor. Cerré los ojos y los abría varias veces, esperando que desapareciera o se moviera, pero seguía allí, inmóvil, como si estuviera en otro plano. Estuve así por más de cinco o diez minutos quizás mas observando, preguntándome si el ángel giraría hacia mí.     Al final, quise dar fin a lo que estaba viendo. Me tapé la cabeza con la sábana, cerré los ojos con fuerza y, poco a poco, el sueño me venció. A la mañana siguiente, cuando lo conté, nadie pareció creerme, pero yo sé lo que vi. Se lo conté a mi abuela Tomasa en la mañana, todavía con la imagen fresca en mi mente. Ella me escuchó en silencio, sin interrumpirme, mientras yo relataba cada detalle: la luz de la luna, las alas oscuras, el cabello largo y rubio, y esa paz indescriptible que había sentido. Cuando terminé, me miró fijamente por un instante, como si buscara algo en mis ojos. No dijo nada. Ni una palabra. Desde entonces, el tema nunca volvió a salir. Nadie más en la familia habló de eso, y con el tiempo dejé de mencionarlo. No porque lo hubiera olvidado, sino porque sentía que no había nada más que agregar. Ahora, al pasar los años, solo digo una cosa cuando alguien me pregunta por experiencias extrañas o especiales: —Cuando era niño, yo vi un ángel. No sé por qué lo vi, ni qué significó exactamente, pero lo que sentí esa noche me ha acompañado toda la vida.          GRACIAS por leer mis palabras aunque no tengan nada que decir, pero créeme ( YO LO VI )

ANTONIO CUERVO

Ángel de la Guarda

Cuando cruzó el puente, un ángel lo vio.
-le dejó un mensaje, que el tiempo guardó,
''confía en la vida, no temas al viento,
yo estaré en tu pensamiento''.

Cuando cruzó el puente, un ángel bajó,
con alas de fuego, y un aló de amor.
cubrió con sus manos su frágil camino,
-Y dijo: pequeño, siempre estoy contigo.

El ángel le habló con voz protectora,
-No temas ,pequeño, yo soy quien te escolta,
En cada peligro, en cada tormenta,
-Y dijo: pequeño siempre estoy contigo.

El ángel le habló con voz protectora,
''No temas pequeño, yo soy quien te escolta,
-En cada peligro, en cada tormenta,
 mis alas te cubren, mi amor te sustenta.

Las sombras quisieron acercarse al niño,
pero el ángel brilló como un sol divino.
su luz apartaba todo el mal cercano,
y el puente se volvió un refugio sagrado.

Cuando cruzó el puente un ángel bajó,
su abrazo eterno al miedo venció.
''Siempre estaré aquí, cuidando tus pasos.
Mi amor es tu escudo, Mi luz es tu lazo.

Antonio cuervo--Letra de la canción solo arreglos y adaptación. GRACIAS.