Todo lo que he escrito de ti.

En las páginas del tiempo guardé,  
las letras furtivas que dibujan tu voz,  
susurros de un amor que nunca se fue,  
cada trazo, un latido, un eco atroz.

Escribí de tus ojos, dos noches estrelladas,  
donde la luna encuentra su paz en su brillo,  
cada mirada un poema, cada parpadeo,  
dibujo de sueños en el vasto destello.

Hablé de tus manos, caricias de viento,  
que acarician las sombras, disipan el frío,  
y en cada palabra, un canto, un lamento,  
un viaje de almas en el silencio mío.

Los días se fueron, pero en versos florecen,  
las memorias guardadas, cual flores de un huerto,  
y si el tiempo nos lleva, aunque a veces me ausente,  
en las letras te encuentro, en cada recuerdo.

Todo lo que he escrito, clama tu nombre,  
travesura del alma que nunca se apaga,  
te llevo en el pulso, en la tinta que asombre,  
mi historia contigo, en la vida que embriaga.

Así que, en cada rincón de este papel blanco,  
te dibujo, te canto, y te envuelve mi abrazo,  
pues todo lo que he escrito de ti, es mi canto,  
un testamento eterno, que nunca lo olvido.