¿Qué han de hacer reyes por mi?
que no hicieron carceleros
¿ que sufrimiento o tormento?
estando vivo, sufrí
que aún sabiendo que viví
la muerte antes prefiero.
¿Qué dolor siendo tan leve?
entre la carne me vi
que el dolor, fue frenesí
ante médicos y leyes
sucumbiendo a tales fiebres
de la muerte, resurgí.
¿Qué moneda habré pagado?
de esta vida, por vivir
si mis bienes son sentir
tanta desdicha o pecado,
si mis días acabaron
siendo oscuros y nublados,
sin un sol que relucir.
Aquí me encuentro entre rejas
entre los muros de barro
siendo libre, pero esclavo
de un señor que tiene al fin
la libertad por cadenas
y la verdad, por mentir.
Soy un reo de conciencia
de esta vida, encarcelado
un miserable poeta
sin ilusión de escribir,
un preso que con sus penas
es fugitivo al sentir.
No hay ilusión en este cuerpo
ni sangra mi carne muerta,
ya no hay vida en estas letras
ni razón para existir
preso estoy de mis poemas,
y encarcelado de versos.
¡Dame Dios la inspiración¡
que abandone esta sentencia
para que vuelva a escribir,
porque prefiero morir
a cumplir esta condena
que amarga, mi corazón.
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Autor:
Letras y poco mas (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 8 de agosto de 2025 a las 12:25
- Comentario del autor sobre el poema: la falta de inspiración es la cárcel del poeta, la desgracia y la espera de sea musa que no llega...
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Miguel Reyes, Lualpri, ElidethAbreu
Offline)
Comentarios2
Total, vienes a decir, con otras palabras, lo mismo que dice Segismundo en su monólogo, la diferencia es que él lo dice en unas perfectas décimas espinelas. Pero no te desanimes, aunque no te dejes influenciar tanto por Calderón no sea que te tengan que llamar a ti, Pucherón de la Piragua.
Sin ánimo de ofender. No se me vaya a enfadar, Don Paco.
Mercedes siempre me alegro de tu paso y ese nombre que me has puesto lo llevo a mucha honra poco a poco como tú dices ya verás como todo va mejor. Un saludo
¡Dame Dios la inspiración¡
que abandone esta sentencia
para que vuelva a escribir,
porque prefiero morir
a cumplir esta condena
que amarga, mi corazón.
Buenas letras.
Saludos poeta Francisco Carrillo
Te lo agradezco. DR
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