Tu amor, Dunia, es un tesoro sagrado,
un sentimiento puro que el tiempo ha guardado.
Luz en mi sendero, guía en la tormenta,
dulce melodía que el alma contenta.
Jamás sentí un amparo tan tierno y cierto,
ni un abrazo que calma mi llanto abierto.
En tu presencia mi mundo despierta,
eres la razón que mi vida completa.
Al cielo elevo mis sinceras plegarias,
por el regalo divino de tus bondades varias.
Tu respeto y cariño, manantial milenario,
nutren este amor, eterno y necesario.
Que el Padre Eterno me dé la nobleza,
de cuidar tu alma con fe y pureza.
Que mi vida refleje tu luz y belleza,
y que siempre sea tu amor mi fortaleza.
En tus ojos de ángel nace el alba,
tu voz es el canto que calma mi alma.
Eres refugio en la más dura tempestad,
faro que guía con firme claridad.
Cada gesto tuyo el cielo despierta,
tus caricias son versos que en mi piel se insertan.
En la dulzura de tu amor yo anhelo,
vivir eternamente en este dulce cielo.
No hay palabra, ni rima perfecta,
que exprese tu valor y tu esencia directa.
Eres cima excelsa, paciencia y virtud,
la prueba viva del amor y la quietud.
Que nuestra unión sea canto divino,
una epopeya que el cielo ilumino.
Y que nuestro amor, con cada amanecer,
escriba en las estrellas su eterno querer.
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Autor:
Edgardo (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 8 de agosto de 2025 a las 00:19
- Categoría: Amor
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Annabeth Aparicio, Henry Alejandro Morales, Roma., alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios2
Excelente poema! Estimado poeta, un inmenso placer la visita a sus letras, saludos cordiales desde Venezuela!!!
Muchas gracias por sus comentarios, un abrazo fraterno desde Ecuador
Que buen poema. Sentía que estaba leyéndolo para mi amado en distancia. Gracias
Un abrazo fraterno, gracias infinitas por pasar por mi muro
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