Juntos aquí y ahora

EDGARDO

Juntos aquí y ahora,
Dunia de los Ángeles, mi adorada.
No sé qué nos depare el mañana,
pero hoy te doy mi tiempo, mi amor y mi alma.
En cada instante, mi ser te llama.
Hoy, entre todas las opciones, te elijo,
y me decido a andar de tu mano, mi abrigo.
No me importa si el cielo se torna gris y frío,
porque a tu lado, todo se llena de calor, mi alivio.
En cada paso, contigo me fijo.
Hoy te abrazo, mi dulce princesa,
y en ese gesto, te doy mi más profunda certeza.
Te comparto lo mejor de mí, mi gran riqueza,
y te ofrezco el lugar que mereces, mi bella de belleza.
En cada toque, mi amor te empieza.
Entre millones de almas, mi ser lo proclama,
solo tú tienes esa nobleza que me inflama.
Esa magia que a mi corazón, sin duda, lo aclama,
y un amor que me enciende, una fuerte llama.
En cada mirada, mi amor te ama.
Toda mi prosa se vuelve verso al pensarte,
y cada rima es un eco de mi corazón al amarte.
Eres la razón por la que quiero seguir y nunca apartarte,
la musa de mi vida, mi bello arte.
En cada palabra, mi amor quiere regalarte.
Y si el destino nos trae vientos de tempestad,
mi amor por ti será mi única verdad.
No importa la distancia, ni la dificultad,
mi mano estará siempre lista para tu mano sujetar.
En cada desafío, mi amor te da la estabilidad.
Contigo he encontrado un puerto seguro y cálido,
un refugio donde mi corazón ya no es pálido.
Eres el sueño que se hizo realidad, el más válido,
el destino que mi alma buscaba, sin ser ácido.
En cada despertar, mi amor por ti es más nítido.
Así que hoy y siempre, te ofrezco mi amor puro,
para que juntos construyamos nuestro futuro.
No hay nada en el mundo que sea más seguro,
que nuestro amor, un lazo que no tiene muro.
En cada latido, mi amor por ti es el único.

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.