BOSQUE DEL CORAZÓN DE OTOÑO

BOSQUE DEL CORAZÓN DE OTOÑO

Bien entrada la tarde y con la noche
ya acechando, penetramos
calzados con fuertes botas
en el Corazón de Otoño, frío bosque
y también húmeda enramada con gotitas
a punto de desprenderse de las hojas de los pinos,
con el fin de alcanzar el mismo centro,
que algunos pueden considerar tenebroso
y también bastante inhóspito, impenetrable incluso
por los cursos de agua y las densidades
forestales casi pétreas,
útil para la práctica del duelo con ballesta y para correr
desnudos como amantes trastornados
por el júbilo o por el despecho.
Solamente en semejante situación,
es posible hacer amigos allí dentro,
bajo la copa espesa y en penumbra,
y solo cuando se localiza el punto exacto
y se pisa sin miedo,
es posible alcanzar la seguridad de estar a salvo.

Gaspar Jover Polo