La lluvia es eco de mi tormento,
avanzo hacia un velo desconocido,
con el temor de volver la mirada,
y una luz fugaz, de nuevo, me nombra.
Mi corazón, desbocado, palpita,
galopando en un ritmo que me agita.
¿Soy yo el artífice de mi desventura
o soy la herida que al andar perdura?
Una lúgubre esperanza mis sienes inunda,
y se niega a que el ciclo concluya.
Bailaré esta danza con la fuerza desnuda,
hasta que el alma recupere su brújula.
Convoco el destello sereno de la Luna,
su luz de plata, como ninguna.
Listo para abrazar mi verdad más profunda:
soy mi herida y mi cura, la carga que me funda.
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Autor:
Marko Antonio Rico Gamonal (
Offline)
- Publicado: 5 de agosto de 2025 a las 03:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Jaime Correa, Javier Julián Enríquez, ElidethAbreu, alicia perez hernandez
Comentarios1
Siento que la lluvia refleja mi tormento interior. Camino hacia lo desconocido con miedo a mirar atrás, mientras una luz fugaz me recuerda quién soy. Mi corazón late sin control, y me pregunto si soy la causa de mi dolor o simplemente su resultado. Aunque la esperanza es tenue, me niego a rendirme.
Buen poema colega.
Muchas gracias, D. Méndez. Me alegra muchísimo que hayas sentido así la lluvia y la luz del poema. Tu lectura me llegó. —Marko
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