Qué remedio, amor, si nos fuimos quedando solos.
Nos quedamos con los pedazos, con las astillas,
con el corazón hecho polvo en los bolsillos.
Y uno, que era tan simple, tan de la calle,
se queda con su pedazo de vacío,
con las ganas de nombrarte en las horas muertas,
cuando nadie responde.
Soy el hombre
que no sabe hacer otra cosa
que esperar en el andén de la memoria,
aferrado a las migajas, a las sobras de tu ternura, a ese "quédate" que nunca dijiste.
Qué bueno, a fin de cuentas, que nos hayamos ido.
m.c.d.r
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Autor:
m.c.d.r (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 5 de agosto de 2025 a las 01:02
- Categoría: Triste
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR
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