La Confesión De Un Amor Inalcanzable

Luis Barreda Morán

La Confesión De Un Amor Inalcanzable 

Te necesito contar
que siento gran devoción,
que llevo dentro un cariño
más fuerte que la razón;
padezco cada jornada,
derramo sin solución
lágrimas que no se agotan
en esta desolación,
suplicando con voz ronca
por única salvación.

Quiero que tú comprendas
que desde hace largo tiempo
mi semblante marchitó,
sin descanso ni reposo,
sin un instante de alivio;
se apagaron mis anhelos,
mis metas se desvanecieron,
las sombras cubren mi sendero,
ya no distingo el camino
hacia un mañana mejor.

Al cerrar los párpados
buscando un sueño tranquilo,
mi mente vaga sin rumbo
por paisajes sin sentido;
recorro largas distancias,
y al terminar el viaje
la imagen protectora
se difumina en el aire,
mientras tu figura amada
regresa a ocupar mi abrigo.

Sé que tu boca cercana
nunca podré acariciar,
que mi reflejo perdido
en tu mirada no está;
aún así te venero,
y en mi febril fantasía
agradezco tus rechazos,
celebro tu lejanía,
y este sentimiento crece
con más fuerza cada día.

A veces creo prudente
darte mi postrer adiós,
borrar tu huella grabada,
dominar esta emoción;
mas si todo resulta inútil
y el alma te guarda intacta,
dime, luz de mis horas,
destino de mi existencia,
¿qué puedo hacer ahora
con esta ardiente congoja?

Imaginaba terminado
tu lugar sagrado y puro,
la claridad encendida,
el paño sobre el muro;
el astro del alba
tras la torre elevada,
llamas brillando leves,
humo de aroma suave,
y franca en la lejanía
la entrada anhelada.

¡Qué hermoso hubiese sido
compartir aquel espacio,
unidos para siempre
con mutuo sentimiento;
tú llena de ternura,
yo pleno y muy contento,
una sola existencia,
un único aliento,
y entre los dos amantes
un amor como un templo!

Piensa qué dulces serían
los días de esa historia,
qué amable y grato el trayecto
por tierra de armonía;
yo soñaba con eso,
mi amada prometida,
y al pensar en ello
con emoción sentida,
quería ser noble
solo por tu compañía.

Bien conoce el cielo
que esa era mi meta hermosa,
mi lucha y mi desvelo,
gozo y alegría cierta;
sabe que no ambicionaba
ninguna otra riqueza,
solo amarte profundamente
bajo el techo que me acoge
desde el primer momento
de mi llegada a la tierra.

Esa ilusión se ha roto…
mas como a sus destellos
se antepone el vacío
que nos mantiene separados,
adiós, la despedida final,
tesoro adorado,
antorcha en mi penumbra,
aroma de mis prados;
mi canto, mi lozanía,
adiós para siempre, amada.

—-Luis Barreda/LAB

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Comentarios +

Comentarios2

  • liocardo

    Es una despedida un poquito larga. Un adiós se da con cuatro palabras: "que te vaya bonito".

    😂🤗

    Pero como son muy buenos versos ( aunque lo siento pero te he de decir que algún verso descoloca la cadencia de la lectura, no me lo tomes a mal)

    Ego te absolvo in nomine....

    Un placer leerte.

  • Isgo

    Si ella leyera este poema seguramente volverá



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