Son mis pasos los que toman decisiones,
en ese orden, uno tras otro
una secuencia de ritmos extraños
de consecuencias insospechadas,
No por mí, no mi mente,
yo no lo pienso.
Mi cuerpo recibe las caricias del viento,
siempre frías, siempre frías…
La gran madre le tiene cariño a lo arriesgado,
susurra despacio, el viento es cómplice,
todos los sonidos revotan arriba
todas las voces en un solo punto
atrás los susurros;
yo no lo pienso.
La verdad, un destino
Sigo adelante, mantengo el ritmo
sin adelantarme
jamás
a ese lugar desconocido.
¿quién podría? dios ¿¡quién podría!?
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Autor:
Yengle (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 4 de agosto de 2025 a las 03:58
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, EmilianoDR, alicia perez hernandez
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