D E S H A B I T A R (descargo)

resakosa.art

Deshabitar

Poco se habla del dolor que implica deshabitar lugares.
Y cuando digo lugares

                  no digo solo una casa,
una pensión con la que conviviste con gente durante meses,
y que con cada una de las personas que había,
se encontraban allí, generaste un vínculo, una hermandad.
Y que cada persona de las que estaban ahí
tenía sus vidas, miles de mambos,
cargaban sueños, ideales, tristezas, alegrías,
y consideraban un futuro
en un espacio del cual fueron despechados.

También digo 

             espacios.
Des habi tar.
Tener que deshabitar brazos que te hicieron sentir segurx.
Tener que deshabitar un lenguaje de a dos
que se generó con un tiempo de vínculo.
Tener que irse y dejarlo todo.
Tener que 

             irse

              aunque nadie se quiera ir.
Tener que irse porque se dio todo así.
Tener que irse porque alguien murió.
Tener que irse porque no nos quieren más ahí.
O tener que irse por priorizarse a sí mismo,
el amor propio, la estabilidad mental.

Estamos en un contexto país
donde es tan difícil habitar un espacio físico,
tener que soportar la incertidumbre
de que nos saquen de un lugar.
Teniendo que soportar la incertidumbre de:
¿qué opciones tenemos?,
¿dónde hay que ir?,
¿tenemos plata para ir?

¿voy con vos, venís conmigo?

Siendo conscientes de que la parte ilegal
siempre es una opción,
y siendo conscientes de que el accionar de eso
puede desembocar en otra acción.

Los pibes no tienen para comer
y salen a laburar a los 5 años.
Las madres no pueden pagar un alquiler
y están con un colchón en la calle.
La calle por la cual
pasa alguien caminando con el alma rota
porque está deshabitando una estructura de amar,
deshabitando el calor de una piel,
deshabitando un lugar en el cual se sentía calidez.

Y esa misma persona
es la que se compró una bolsa de pan
para el tuco de la noche,
porque esa persona se iba a cocinar rico,
porque estará deshabitando un plano sentimental,
pero un mimo tiene que darse
para que el dolor no pegue tan fuerte.

Y es esa misma bolsa de pan
la que le deja a la madre que está sentada en el colchón
con su hija en los brazos,
esperando que vuelvan sus dos hijos,
uno de 5 y uno de 9 años,
que fueron a buscar más comida o dinero.

Deshabitar.
Qué palabra fuerte.
Tantas significaciones.
Y en su mayoría,
te llevan al dolor.
Te entiendo tanto si estás ahora mismo tiradx en el piso,
con ganas de tirarte desde el balcón,
porque a veces es tan difícil
soportar la incertidumbre
de qué va a tocar deshabitar hoy.

  • Autor: resakosa.art (Online Online)
  • Publicado: 3 de agosto de 2025 a las 01:44
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 2
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