Tu sonrisa me invita a perderme en un universo de dulzura,
donde cada gesto tuyo es una constelación que me guía.
Es tan fácil rendirse ante la paz que transmite tu presencia,
tan natural como respirar, tan inevitable como soñar.
Tus ojos me llevan al abismo de una belleza imposible de expresar.
En ellos no sólo veo luz, veo promesas, veo mundos que aún no conozco,
y sin embargo, siento que en ellos habita todo lo que siempre busqué.
Mientras más tiempo pasa, y más te conozco,
más me gustas, más me intrigas, más te admiro. Y empiezo a valorar los pequeños momentos a tu lado,
Tú me mostraste una belleza tan hipnotizante como la luna,
una belleza que no se impone, sino que atrae,
que no ciega, sino que ilumina suavemente el alma. Como si la naturaleza hubiese dedicado un suspiro entero en crearte.
Desearía volver al instante en que te conocí,
para poder revivir esa primera chispa,
para volverme a enamorar, aun sabiendo que ya lo estoy.
Fue una dicha conocerte,
un regalo que no esperaba y que jamás podré olvidar. Cuando el mundo se calla y sólo queda la memoria.
En la oscuridad confusa, se revela tu belleza como un faro en la tormenta,
y cuando recuerdo tu voz, dulce y clara,
Imagino que, aunque estuvieras a mil millones de años luz,
aunque el universo entero nos separara,
te seguiría amando.
-
Autor:
Glass (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 1 de agosto de 2025 a las 01:02
- Categoría: Amor
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Salvador Santoyo Sánchez, **~EMYZAG~**, Mauro Enrique Lopez Z.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.