Con rigor te arrojas.
Tu amor se asienta:
el libro, la madre, el viejo amigo…
¡Cuántas cosas nos sirven como guantes!
Antiguo símbolo de estatus:
entallas piel, seda y cuero campesino.
Desde manos faraónicas
llegaste a mi vida como el destino a protegerme.
Sin anunciarte,
en cada dedo una historia.
Y así me enamoras.
Prenda del amor,
cubres mi mano, dócil.
Fundas cada emoción:
quiroteca,
cubierta de cirujanos, puño de boxeador,
manopla del placer.
Agasajo,
sin rodeos.
Acaríciame.
Guante blanco,
guante con pipa,
mujer de seda.
Cuando te cuelguen
quiero
que sea conmigo,
cálido de mi palma,
aguardando nuestra historia.
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Autor:
Chico (
Offline)
- Publicado: 1 de agosto de 2025 a las 00:55
- Categoría: Amor
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Andy Lakota👨🚀, Mauro Enrique Lopez Z.
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