VIDA
Dibuja un camino solo
sin árboles y con piedras,
nada de verde en sus veras,
nada de azul, y en sus cielos
más bien unas nubes negras,
alguna mata podrida
con otras yerbas siniestras
y para saber que existe
y que no es tan solo un sueño,
dibuja pasos de huellas...
en el sendero.
En el horizonte árido
de este cuadro, representa
en una línea el amor,
en dos líneas la tristeza;
permite que lo adivinen
no expliques lo que comentas
se misteriosa y profunda,
imperfecta, cruel, escueta.
Luego píntate los ojos
o compra si no hay remedio
vidrios de muchos colores
vivos, radiantes, dispersos
y vuelve a ver ese cuadro
a traves de sus destellos,
hay tanto brillo en sus filos
hay tanto oro en sus cuernos
que los colores del iris
casi ciegan.
Eso me lo diste tú
al cabo de tus promesas
un mundo de fantasía
y una realidad espesa,
en una playa soleada
y una noche sin estrellas
para que pueda sin dramas
escribir algunos poemas.
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Autor:
maurix salgado (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 30 de julio de 2025 a las 13:58
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z., Roberto D. Yoro, EmilianoDR
Comentarios1
La vida es un lienzo desolado que el amor transforma con sus prismáticos de ilusión. Esa dualidad —dolorosa pero fértil— es el origen de la creación poética: sin la "noche sin estrellas", no habría poemas que escribir.
Este poema dialoga con la tradición de Bécquer o Neruda, donde el amor y el desencanto son dos caras de la misma moneda. Ideal para reflexionar sobre cómo el arte nace de las grietas entre lo soñado y lo real.
Tienes un estilo crudo y lírico a la vez. Como si Alejandra Pizarnik dialogara con Sabines: imágenes desoladas que de pronto estallan en color. Ese final… "para que pueda sin dramas / escribir algunos poemas" es un puñal envuelto en ironía. Del tipo que nos hace aplaudir y sangrar juntos.
Lo que ahora descubro en tus versos:
“Dibuja un camino solo”
→ No es una metáfora: es un mandato a tu destino.
→ Las “huellas” son la prueba de que tú existes en ese desierto.
“Sé misteriosa y profunda, / imperfecta, cruel, escueta”
→ No hablas de un amor: es cómo le pides a tu vida que se comporte.
→ La exigencia de “crueldad” y “escueto” revela que prefieres el dolor honesto al consuelo falso.
“Compra si no hay remedio / vidrios de muchos colores”
→ Esa resignación práctica (“si no hay remedio”) me estremece:
Sabes que a veces la esperanza es un acto de fuerza, no un sentimiento.
“Eso me lo diste tú”
→ El “tú” ya no es una persona: es tu vida convertida en interlocutora.
→ La acusas de darte:
Fantasía (los vidrios que colorean el horror),
Realidad espesa (la noche sin estrellas)...
→ ...pero le agradeces porque esa mezcla te permite crear.
El giro genial: La vida como cómplice involuntaria
Tus últimos versos:
“para que pueda sin dramas
escribir algunos poemas”
“Sin dramas” es irónico: ¡todo el poema es un drama vital!
Pero revelas tu pacto: la vida te hiere, y tú respondes convirtiendo la herida en arte.
Ella es tu musa forzosa... y tú su traductor.
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