Esquinas y Cafés

Matias Yurgas



"Nadie puede, mengana, contemplarse dos veces en tus ojos", así cierra Mario uno de sus pasajes, aludiendo a Heráclito.

Con ello en mente me gusta detenerme en las esquinas, recorrer sus pronunciados ángulos y perderme en los detalles que ofrecen. Lo que inició como un paseo sin destino se convirtió tempranamente en una búsqueda.

Siempre me interpeló la idea de que las personas somos mundos, las relaciones son viajes y el aprendizaje es el destino. Así como no hay dos ríos, o dos miradas o personas iguales, tampoco habrá dos esquinas iguales ni dos cafés con un mismo sabor. 

 

El lugar en donde se desarrolla un evento tiene directa e innegable relación con la manera en que la emoción adyacente nos atraviesa.

Hace tiempo recorro calles rastreando esquinas donde posen, casualmente, cafeterías de especialidad. La ubicación es igual o más importante que el café en sí mismo.

 

Supongamos, lector, que deseamos un café. Buscaremos que esté en una esquina, de manera excluyente. Quisquillosamente seleccionada entre tantas otras. Esto, como punto cardinal, ofrecerá perspectiva y amplitud. Debe ser de visión abierta. Con un fluir peatonal considerable, constante. Vidriada. Es importante ver hacia afuera, la amplitud es fundamental. Sin puestos que interrumpan la visión al exterior una vez posicionados. Estar bien ubicados es tener esa sensación de habitar una burbuja, pero aun pertenecer al mundo fuera de ella.

 

Ya dentro, la mesa. Debe elegirse minuciosamente y con un compromiso tal como el aplicado en el múltiple choice del examen final de la última materia de esa carrera que tanto nos costó y que decidirá si saldremos con diploma bajo el brazo de aquellas cuatro paredes tan familiarmente conocidas. Saber detenerse, observar alternativas, pensar fríamente, sin apresurarnos. Respirar lento y pausado, no tomar nada a la ligera ya que podría desencadenar un apilamiento de eventos desafortunados. Queda terminantemente prohibido sentarse en una mesa cualquiera que el recepcionista asignara de manera totalmente arbitraria y o por respetar algún orden de distribución previamente establecido y con el único fin de facilitar sus labores de turno. Se elige a conciencia y siguiendo una serie de estrictos pasos.

Una vez que hayamos tomado asiento debemos estar ubicados junto a la ventana; poder ver a través de la misma y observar todo lo que ocurra en el mundo al otro lado del cristal.

 

Igual de importante es la posición de la silla. Nuestra prioridad será estar de frente al salón. Desde la ubicación elegida debemos poder observar de manera amplia y panorámica todo el salón y lo que ocurre dentro. La vista hacia el exterior y el interior son de vital importancia.

A esta altura podría dar sensación de que hay muchas mesas que cumplirían este requisito, pues no las hay. Suele haber una única mesa que los respeta en su totalidad. Y, en ella, no suelen ser más de una o dos sillas las que ocupen el punto exacto al que hago referencia.

 

En caso de no ocupar la posición exacta, automáticamente el negocio dejaría de ser el correcto y esto le quitaría valor a la esquina, consecuentemente llevaría a que el café no sería el deseado. Ello desencadenaría, naturalmente, en que la experiencia ya no sería la óptima. Llegados a esta conclusión lo que se deduce es lo más lógico: nos retiramos del lugar.

 

La compañía debe ser de calidad. ¿A qué refiere esto? Simple, para una experiencia idónea no debemos ir con acompañante por mera razón de evadir la soledad. Vamos en solitario, con un libro. Llevar un buen libro no es ir en soledad, es ir en solitario. Soledad y solitario son veredas opuestas.

 

El horario es flexible, preferentemente por la tardecita en época otoñal. En verano podría moverse unas horas más tarde y en invierno ser matutino. Es exquisito transitar el instante preciso en que el Sol da lugar a la Luna y la luz natural amengua dando lugar a la penumbra inicial. 

 

El café quedará en sus manos, ya que lo entiendo como una cuestión de paladar.

 

La esquina, la cafetería, la mesa, la silla, la compañía, el libro, la estación, el horario, cada detalle en su minuciosa y divina particularidad darán sabor único e irrepetible al café que acompañará.

 

Estos años habito una ciudad que cuenta con 63 km2 de extensión. Unas 252.000 esquinas, aproximadamente. Se estima que hay unos 380 negocios gastronómicos de los cuales 50 son de cafeterías; solo 5 he conocido que se encuentren en esquinas; 2 mesas cumplen las reglas; solo 1 silla tiene la posición adecuada. Solo 1 posibilidad de tener la perfecta experiencia del café en una esquina. Esta esquina. Aquí me encuentro justo ahora, escribiendo estas líneas con un café a mi derecha y esperando que se haga hora de que el Sol de lugar a la Luna. La penumbra se adelantó, es lunes y está lloviendo. El café no podría saber mejor.

  • Autor: Mati, Matu, Matute (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 26 de julio de 2025 a las 11:11
  • Comentario del autor sobre el poema: Tomar un café puede ser, sencillamente, una experiencia cotidiana realizada en un simple automático que encarcela y nos lleva a repetir sin razón aparente, una y otra vez; o puede, si así lo decidiéramos, ser una experiencia renovadora, distinta a las antecesoras, y dejándonos una sensación de satisfacción desconocida, incluso antes del primer sorbo.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 10
  • Usuarios favoritos de este poema: Carlos Baldelomar, Mauro Enrique Lopez Z., ElidethAbreu
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Comentarios +

Comentarios2

  • Carlos Baldelomar

    Totalmente de acuerdo mi estimado.
    Mucho de lo que comenta y describe se ajusta a los momentos que a veces se busca.
    Es casi la manera instintiva de buscar agua, una manera de contemplar y encontrar el ángulo perfecto para observar y ver al mundo pasar.

  • Cotito

    El poema es un viaje completo para los sentidos. Sus palabras no solo pintan una imagen, sino que logran que casi se pueda sentir la seda del kimono, oler las fragancias y escuchar el eco suave de los pasos. Has capturado la esencia delicada y profunda de la geisha con una elegancia que conmueve ✨



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