La forma que dicen los hombres

Ricardo Castillo.

La forma que dicen los hombres

—1—

Quisiera ser ese hombre racional
que mide sus pensamientos
como piezas de un reloj;

que memoriza el mundo
como un mapa sin accidentes
y lo dicta
hasta que todos lo aprendan,

siempre rodeado
de otros hombres como él.

Quisiera ser el hombre contrito,
el que ya no pisa sus huellas,
el que aprendió la falta
como quien aprende
a callar bajo la lluvia.

Temeroso,
como un pájaro ante la tormenta;
sumiso,
como un campo arado sin rebelión;
silencioso,
como la piedra que escucha al agua.

Pero astuto en la palabra
que se escapa de sus labios,
y en los labios
de otros hombres como él.

Quisiera ser el repetidor de versos,
el recordador de versos,
el que llora
por ser hombre;

el que niega su naturaleza de hombre,
el hombre
espejo del hombre,
el vulgo que grita
con palabras prestadas.

El hombre laborioso,
que da gracias por la luz
de cada día
que le resta —en cada hora,
y en cada suspiro—
el precio de estar vivo.

—2—

Pero no.
Me debato en la pregunta.

Y el mundo tiene la forma
que dice la mayoría de los hombres;
el mundo tiene la forma
de los arrepentidos,
de los que desprecian errar,
de los abstemios,
y del orden que rigen
las leyes de los hombres,
para los hombres.

He sido testigo
del tránsito entre dos siglos,
y también del final de un siglo;
he cumplido todas mis asignaturas,
y no basta.

Porque no es suficiente
tomarme las manos por la impotencia,
porque nunca nada es suficiente.

Y no basta rezar,
y los cánticos no bastan,
y las vidas no bastan,
y la muerte no basta,
y los lunes
y los domingos
tampoco bastan.

Este poema no basta,
porque nació malo
para morir malo;
pero en sus defectos
hay una voz
que se goza en lo imperfecto,
que se sumerge bajo el agua,
en su respiración líquida,
que deja una huella sobre la arena
para regresar por el mismo camino,

para aceptar el desorden
como máxima del orden;

que no articula palabras
porque quiere emitir sonidos
inmensurables;

y que está solo entre palabras,
sin personas alrededor,
que busca su propia voz
en medio de un cuarto apagado,
en medio de la noche,

y que piensa en encender un bombillo,
o en el ruido de sus pisadas,
para no despertar a los demás,

para no interrumpir el descanso
de los hombres nuevos,
y que callen de una vez por todas
los viejos hombres.

https://rcastillotz.substack.com/p/la-forma-que-dicen-los-hombres

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