Amor adolescente:
Julia llama por teléfono a Pedro y le dice que no puede dejar de pensar en él, y por eso lo llama.
-Qué casualidad, cariño, yo tampoco puedo dejar de pensar en mí-. Contesta Pedro, con la ingenuidad de un muchacho ramdon sin igual.
Hace unos días cumplí mi vigesimoquinto aniversario de trabajo oficial, el que viene recogido en el informe de vida laboral, y aunque haya sido una larga relación de altibajos, aún seguimos bastante unidos y espero que sigamos juntos hasta que la jubilación nos separe.
Qué lejos quedan ya mis primeros pasos laborales, siendo un muchacho adolescente que entraba a una fábrica a trabajar por primera vez, hecho un manojo de nervios porque pensaba que la inesperiencia le iba a jugar una mala pasada, y de un momento a otro iba a tocar la palanca equivocada y la fábrica se iba a venir abajo. En este sentido nunca olvidaré las palabras de Lali, una trabajadora ya veterana de la fábrica, cuando me miró fijamente con sus ojos color miel para decirme que estuviese tranquilo porque a todos nos había tocado ser novatos alguna vez, y no debía preocuparme lo más mínimo si me equivocaba porque nadie nace aprendido. ¡Oh, Lali! Siempre habrá en mi corazón un hueco reservado para tu humanidad. Sí señor.
9359 días de labor, según reza en el informe, y aclara a continuación que 228 han sido de forma simultanea en 2 o más empresas del mismo o distinto régimen, para puntualizar finalmente que mi tiempo efectivo trabajado son 9131 días, y escamotearme por el morro esos casi 8 meses, en los que atravesé un período de apreturas económicas y tuve que trabajar de payaso de día y drag queen por la noche para poder llegar a fin de mes. Mención aparte merece la entrevista de trabajo que me hicieron para trabajar de payaso, en la que el entrevistador me comentó que estaban buscando una cuadrilla de 4 payasos, contestándole yo que no era necesario, que más de un payaso en el mismo circo no harían sino estorbarse, y que si al final me seleccionaban, yo solo me bastaba para darle brío a la función. Si el público no se ríe conmigo, ya me las apañaré para que se rían de mí, le hice saber al entrevistador para terminar convenciéndole.
9131 días cotizados, en los que tampoco entran los años que pasé trabajando como espía a media jornada para el bando de los buenos, y la otra media también de espía para el bando de los malos. Al final todos perdieron la guerra gracias a mis aportaciones y me quedé parado. Como se trataba de un trabajo de alto secreto, ambos bandos se negaron a darme de alta en la seguridad social para no dejar ningún rastro.
En definitiva, habrá quien lleve ya 40 o 50 años trabajando, pero para la edad que tengo, voy a buen ritmo, sobre todo teniendo en cuenta el incremento de la competencia laboral, con la mitad de los puestos de trabajo amenazados por las nuevas tecnologías. Aún restándome 13 años para alcanzar los 38 años de cotizaciones que estipula la ley para cobrar la pensión completa, algo que tampoco me inquieta en exceso, porque lo mismo me da completa que el 80 por ciento, a mis 47 tacos, me faltan aún 18 para llegar a la edad de jubilación, si es que llego, establecida en 65 años, en caso de llevar acumulados esos 38 años.
Son solo números y lo de menos es llegar a los 38 cotizados o los 65 antes de que la flaca venga a recogerme con su guadaña, que como la esperanza de vida siga aumentando, lo mismo al llegar a los 65 años me dicen que tengo que seguir 10 años más para poder retirarme. Lo preocupante es la incertidumbre que planea sobre el mundo laboral, sobre todo para quienes trabajamos en el sector privado y tenemos hijos que criar o terminar de criarlos. Pero bueno, me enorgullezco de mis años trabajados y lo único que le pido a la vida es seguir teniendo la suerte y la energía suficientes como para poder continuar ganándome el pan.
-
Autor:
Trastornado MC (
Offline)
- Publicado: 21 de julio de 2025 a las 20:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, El Hombre de la Rosa
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.