La Manzana Prohibida

La manzana prohibida 🍎
por Wcelogan

"No se trata de Eva, ni de Adán.
Se trata del verbo que jadea.
De la mordida que se repite,
con estilo y fe."

Me ofreció una manzana:
roja, jugosa,
con una mordida suya en la esquina.

No era el Edén,
era el cuarto piso de una torre
llamada Sin Eden Tower,

en su recámara,
había un colchón de plumas
y cortinas que se cerraban
con dos aplausos.

—¿Querés? —susurró,
con esa sonrisa de gata
que tumba bibliotecas.
Y claro que quise.
Siempre fui débil
ante lo que brilla,
usa faldas, piernas largas
y la luna en su escote.

La mordí.
Dios enmudeció.
El diablo cruzó los brazos,
me guiñó un ojo,
cómplice.

Después vinieron los textos
a las dos,
los mensajes sin nombre,
la adicción al olor de su tanga
olvidada en mi silla.

No era amor,
era fruta bendita —
pero igual repetí.
Una y otra vez,

hasta pecar
con estilo.

Ahora dice
que soy yo el que tienta.
Que mi voz sabe
a fruta prohibida,
que muerdo con palabras
y dejo marcas en los sueños.

Pero no le cuento
que aprendí de ella.
Ni que aún guardo
la semilla en la lengua...

por si algún día
vuelvo a plantar el pecado
en otra Eva.

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Génesis del Pecado
por Wcelogan

"En el principio fue el deseo,
y el deseo se hizo carne.
Y la carne, palabra.
Y la palabra…
semilla."

Guardé la semilla.
No por nostalgia,
sino por estrategia.

La lengua: mi tierra.
La saliva: mi abono.
La palabra: mi lluvia.

Y germinó:
una flor con escote,
raíces en las piernas,
pétalos que jadean
si los rozan con fe.

Eva no fue una.
Fueron muchas.
Bocas sedientas,
Edénes portátiles.

Cada mordida:
una revelación.
No es la fruta lo prohibido,
sino el deseo clandestino,
el verbo sin culpa,
el placer sin himno.

Hoy lanzo semillas
como quien reza
desde la entrepierna.
Como quien predica
a gemidos.

Y en cada jardín que nace,
se escribe otra Biblia—
no con tinta,
sino con jadeos,
versículos temblando
entre dientes.