Te pido por favor que no intentes destrozar la tarde, procura que tus besos broten como gotas de canto celestial. Siento cierta envidia de esos preciosos gladiolos de tu jardín, por favor no los abandones a la suerte pues ellos, forman parte de tu persona. La envidia amiga mía sufre, llora y termina falleciendo sin apenas haber vivido. Me encanta el poder contemplar tus largas pestañas tendidas al viento del atardecer.
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                        Autor:    
     
	emiliodom (
 Offline) - Publicado: 20 de julio de 2025 a las 04:13
 - Categoría: Sin clasificar
 - Lecturas: 45
 - Usuarios favoritos de este poema: Lucía gómez, Mauro Enrique Lopez Z., Texi, JUSTO ALDÚ, alicia perez hernandez, Raiza N. Jiménez E.
 

 Offline)
			
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