WASIYPA PERK'A
Esa perk'a de adobe,
warmi, silenciosa,
no habla, pero canta
cuando el viento sopla
por los rincones del ayer.
Su susurro es un eco de historias susurradas al oído del tiempo.
Fue tu barro
el que escuchó los primeros llantos, absorbiendo cada quejido como una esponja sedienta.
el que guardó el calor de los abrazos, conservando la huella de cada abrazo en su textura rugosa.
el que sintió los pasos
de mis abuelos —hatun runakuna—
alzando sueños con sus propias manos, dejando sus huellas en tu alma de tierra.
Perk'a ñusta,
piel de la casa antigua,
tus grietas son arrugas del tiempo
que no olvida, cada una una cicatriz que cuenta una historia.
El fuego, que te besó con sus llamas, dejó su huella en tu piel de adobe, un cálido recuerdo grabado en tus poros.
El olor a leña humeante aún perdura en tus entrañas.
El olluco hervir en la olla negra, su aroma impregnando tu ser, un recuerdo de sabores ancestrales.
Y las manos tiernas de mi madre, su cariño silencioso, han dejado su marca en ti, perk'a; un suave desgaste que habla de su amor por la tierra y por nosotros.
¿Recuerdas?
La risa, el charango, su música resonando en tus paredes, un eco que perdura en el silencio.
el silbido del zorro, su llamada nocturna grabada en tu memoria de adobe.
y las noches de luna llena
donde el alma se hacía canto:
“Tukuy llapa, kawsaypaq”
—todo, para la vida. Un canto que aún vibra en tus entrañas de tierra.
Esa perka de adobe
no es solo pared,
es testigo, un guardián silencioso de secretos.
es memoria, un álbum de fotos hecho de barro y tiempo.
es raíz, la base firme de nuestra identidad, un pedazo de mi alma. Y en cada grieta, en cada poro, late mi propio corazón.
© Corazón Bardo
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Autor:
CORAZÓN BARDO (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 19 de julio de 2025 a las 05:52
- Comentario del autor sobre el poema: EscribĂ estas lĂneas al detenerme frente a la casita de mis abuelos, el lugar donde nacĂ y di mis primeros pasos. Al ver esta perk’a, esa vieja pared aĂşn en pie, brotaron en mĂ los recuerdos más vivos de mi infancia. Me invadiĂł una nostalgia profunda. Ha pasado tanto tiempo desde que dejĂ© aquel pueblito… y sin embargo, esta pared, herida por los años, sigue ahĂ: testigo silente del tiempo, de la vida y de lo que fui.
- CategorĂa: Sin clasificar
- Lecturas: 6
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Roberto D. Yoro
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