Epístola

EPISTOLA

POR: MC YK

I

Mucho gusto, disculpe mi atrevimiento.

Soy alguien que la admira en secreto,

pero quiero romper el hielo, acabaré con esto:

voy a decir lo que pienso y siento.

Es usted muy hermosa,

muy refinada, una mujer muy valiosa,

muy educada; despide un olor agradable,

inolvidable y hasta reconfortante.

Tu voz es más música que la música misma,

tu olor es musa para cualquier artista.

Es imposible describir tu resplandor

y recrear con palabras tu sonrisa.

Eres felicidad, belleza y perfección,

eres la diosa para mi religión,

y no dejo de alabarte.

La esbeltez de tu cuerpo es simplemente arte.

Tu ADN, una maravilla genética,

rebosas de estética y también de ética.

Hay una discrepancia tan ridícula

cada vez que te comparo con otras féminas.

Tu intelectualismo es muy atractivo,

difieres de lo común y eso es lo que más admiro.

Tu autoestima no depende de un maquillaje

y tampoco de los likes de la foto que has subido.

He concluido que tu mente es un jardín

en el cual cultivas sin fin.

Eres una mujer muy extraña:

comprendes tu valor y eso me encanta.

No regalas tu cuerpo a diferencia del montón

de mujeres que si lo hacen y lo ven como hazaña.

Eres perfecta; no solo resplandece tu belleza,

sino que también rebosas de inteligencia.

Careces de negligencia y me llena de impotencia

no poder estar contigo y apreciar tu indecencia,

Ese instinto primitivo que seguro tienes cuando no estas cubierta,

cuando la conciencia es inconsciente de lo que el placer despierta,

cuando el habla no es suficiente para expresar la pasión,

y hay que expresar con acciones lo que siente el corazón,

Lo que luego conlleva a la adicción,

y luego la abstinencia refuerza el amor.

CORO

He escrito esta carta diciendo lo que siento,

ya estoy cansado de solo admirarte.

Espero correspondas a mis sentimientos,

te aseguro que yo voy a amarte.

Perdón si mi lenguaje no es el más correcto,

pero es con este con el cual voy a cortejarte.

Te convertirás en lo que más aprecio,

¡después del arte, claro!

II

Eres tan bella como el rocío de la mañana,

como el silencio de la madrugada,

como el cantar de las aves que complementa la naturaleza,

y luego tú con esa belleza innata.

Eres un tipo de mujer escasa,

tu forma de caminar produce un nudo en mi garganta.

El brillar de tus ojos ilumina mi alma,

tu mirada intimidante evoca calma.

Y tu sencillez hace pensar que nada te falta.

Tus caderas resaltan, llaman la atención.

Tu sonrisa es un golpe de realidad,

o tal vez de ficción.

No lo sé con precisión, por ende te pregunto:

¿Sí eres de otra dimensión o de otro mundo?

¿Eres de fantasía o de un cuento de hadas?

¿Eres de mitología o de escrituras sagradas?

Tal vez una diosa que nunca fue adorada,

o quizás una protagonista agraciada.

Tus proporciones están perfectamente calculadas;

combinas con el paisaje así no halla nada.

CORO

He escrito esta carta diciendo lo que siento,

ya estoy cansado de solo admirarte.

Espero correspondas a mis sentimientos,

te aseguro que yo voy a amarte.

Perdón si mi lenguaje no es el más correcto,

pero es con este con el cual voy a cortejarte.

Te convertirás en lo que más aprecio,

¡después del arte, claro!