Con el gen de la pereza.

Con el gen de la pereza,
estoy solo en esta tarde silenciosa,
al fuego de la chimenea,
en una situación de inmovilidad subjetiva...

No merezco un poema,
ni una entrega de una sola sílaba,
ni número ni suma,
ni un teorema de una sola línea...

Soy una criatura,
donde no caben los excesos de la vida,
dueño de una mente diminuta,
y cero violencia...

Es un símbolo de grandeza,
el como existo en esta vida sin presencia,
sin caer en descortesía,
me siento seguro en la tediosa inconstancia...