Poesía de media noche

He salido a contemplar el río de agua cristalina al pie de mi cabaña.                            En este momento me encuentro sobre el puente de madera que rechina cada vez más cuando todo se ha quedado en silencio.

He mirando que hay luna llena.

Me ha venido un recuerdo de cuando era pequeño y tomado de la mano de mi abuelo caminaba por esa larga loma escuchando solo el cantar de los grillos y sintiendo el rozar de aquel viento cálido en mis mejillas.

Me he puesto algo melancólico,              añorar aquellos momentos han hecho brotar de mi ojos dos pequeñas lágrimas, lágrimas que inconscientemente no pude percibir sino hasta que una de ellas tocó mis labios. 

Me he quedado perplejo,                                    ahora mismo me ha dado una punzada en el pecho, se ha sentido como una puñalada,    mi garganta tiene un nudo en este momento y he comenzado a llorar incontrolablemente.

Si ahora mismo pudiese pedir un deseo,    tan solo sería regresar a aquel momento      y detenerlo para siempre, contemplarlo una y otra vez y abrazar como nunca antes a mi abuelo, ese hombre del que no pude despedirme con el abrazo y el beso en la mejilla aquel domingo de Febrero.