Mujer, te debes una tregua
por Wii
No naciste para fregar la eternidad
ni para planchar culpas heredadas.
Tu rostro no es un informe de daños,
ni la rutina, penitencia.
Tu espalda no es andamio
para sostener mundos ajenos,
ni tu tiempo,
el festín de quienes nunca preguntan
cómo estás.
Hoy no cocines la ansiedad.
Hoy no recojas la angustia del suelo.
Déjala ahí,
que se funda con el polvo,
como tú lo has hecho.
Ve, desordénate con gusto.
Ponte ese vestido que no es para nadie.
Camina sin rumbo,
sin lista,
sin carga,
sin deber.
El hijo crecerá sin notar si hiciste la cama.
El marido puede irse sin que se caiga el techo.
El trabajo te despedirá con un “gracias por tanto”
y un currículo esperando ocupar tu lugar.
Pero tú —
tú eres irrepetible.
Y nadie vendrá a rescatarte del abandono
en que tú misma te dejaste.
Así que vístete de tregua.
Haz las paces contigo.
No estás hecha de acero,
sino de alma,
y de huesos que también reclaman su respiro.
Descansa,
antes de que el descanso
no sea tregua,
sino epitafio.
Dedicatoria
Para ti,
que sabes escuchar hasta el cansancio,
curar sin jeringas,
y sostener lo que nadie ve que se cae.
Para ti,
que llevas uniformes invisibles:
de enfermera, psicóloga, madre, amiga,
y olvidas que también eres mujer
con derecho a cansarse,
a llorar sin motivo,
a no poder con todo.
Este poema no es un reproche,
es un espejo.
Un recordatorio de que tu alma también
merece un respiro,
un día sin deber,
una tregua sin culpa.
No estás sola.
Y si alguna vez lo olvidas,
léete en estos versos.
Con admiración y cariño,
William...S
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Autor:
Wii (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 13 de julio de 2025 a las 00:09
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 5
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, ElidethAbreu
Comentarios1
excelente homenaje a la mujer mi querido William...
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