Ladrón.

Sin pasos apresurados te fuiste, aún el aroma de tu perfume estando presente, dejando un aura transparente sin remordimiento, las cosas que dijiste se quedaron sepultadas bajo la tierra sin aliento.

Había amor en mis ojos, pero parecía que tu rostro sin reflejo repelia con asco mis caricias y en mi intento de clavarte en mi corazón, se hacían pequeñas llagas en mis labios ansiosos de amarte con pasión.

Me aferre a ti con tanta fuerza que mi piel quedó expuesta a tus engaños y a una parte de tí qué no existía, me envolvía en la fantasía de que tu me amarás, sin darme cuenta que tu sombra sin descaro alguno me mentía.

Tus manos llenas de cuchillas acariciaban mis mejillas expuestas al tacto de tu filo que con rapidez se adentraban a lo más profundo de mis miedos, supiste escalar hasta en los más alto de mis anhelos y aún así robaste sin vergüenza mis sentimientos.