Caminaba entre las callejuelas empedradas
de un pueblo de montaña,
el aire fresco llenando mis pulmones.
El sol de la tarde doraba los picos,
creando un escenario de ensueño.
Fue entonces cuando la vi.
Sentada en la plaza, bajo un viejo castaño,
con una sonrisa que iluminó mi mundo.
Su cabello, del color del atardecer,
caía suavemente sobre sus hombros.
Nuestros ojos se encontraron y,
en ese instante, el tiempo se detuvo.
Nos acercamos, tímidos al principio,
pero la conversación fluyó como el arroyo cercano.
Esa tarde de montaña marcó el inicio
de nuestra historia.
El día que encontré el amor
en el corazón de aquella cordillera.
¡y la cordillera se desvaneció a nuestros sentidos!
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Autor:
Leoness (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 11 de julio de 2025 a las 16:50
- Categoría: Amor
- Lecturas: 2
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