Si tan solo me levantara
y caminara
para ver el sol
o la luna errante,
sería simplemente
uno más en esta tierra compungida,
hecha añicos
y desperdiciada.
Pero no.
Frente a mí,
el espejo llama.
Grita mi nombre,
llama mi silencio,
busca mi cara,
busca mi calma,
busca que entienda
de mi sueño que grita.
Y en ese grito expandido
me resuena:
el espejo no miente.
Me impacta sin razón
mi depresiva risa
es un estruendo
a la realidad
más cotidiana
y permanente.
©
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Autor:
Urquiza (
Offline)
- Publicado: 9 de julio de 2025 a las 19:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: Llaneza, alicia perez hernandez
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