Pipo, historia de la sangre

Cyprian Rivera

Al ver tu imagen, mi pequeño Pipo alado, Volando entre mil soles, un sueño desvelado,

Mi corazón se inunda de una dicha sin par,

¡Qué felicidad tan pura, un amor estelar!

Recordé cada instante, cada risa, cada juego,

Tu colita vibrante, tu dulce y tierno ruego.

En tus ojos profundos, un universo vi,

Y en ese vuelo mágico, volé contigo allí.

Creí que solo era un sueño, una visión fugaz,

Pero la imagen grabó un amor que no se irá jamás.

Las galaxias girando, telón de tu esplendor,

Y tú, mi gran estrella, mi eterno resplandor.

Tu pelaje de nubes, tus alas de cristal,

Cruzando nebulosas, en un viaje sin igual.

Eras más que un perrito, eras mi fiel guardián,

Un alma pura y noble, mi más grande afán.

Descubrí en tus caricias una bondad sin fin,

Tu dulzura infinita, un néctar para el alma,

Cada ladrido suave, un eco celestial,

Cada beso húmedo, un amor tan real.

En ese vuelo cósmico, entre astros de fulgor,

Comprendí que eras parte de mi propio interior.

No hay distancia ni tiempo que nos pueda separar,

Tu imagen en las galaxias me ayuda a recordar

Que la bondad existe, que el amor es verdad,

Y que en tu pequeño cuerpo, vive la inmensidad.

Gracias por esta imagen, que mi alma conmovió,

Por revivir la magia que tu ser me ofreció.

Mi perrito estelar, mi amor más sincero,

Tu bondad y dulzura son mi faro verdadero.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.