"Una intensidad de rojos, verdes, amarillos, ocres y celestes repintaron el paisaje y los árboles en los canteros y la torre gris se irguió y mi corazón empezó a golpear como si fuera a escapárseme por la boca."
- Osvaldo Soriano
La noche arribó y mis sueños
me despertaron seductores
para invitarme a escalar la torre
acompañado de mi gato negro,
el negro de París.
Los bistrós abren gustosos
frente al invierno acechante y
los perros buscan una riña que
los caliente en el frío nevado
que envuelve la ciudad.
Las callecitas se agrandan
cuando la noche oscurece
y su sombra se coloca
en el ángulo opuesto
a la Avenida Jean-Jaurès.
Los sueños se materializan,
los países acortan su distancia,
los mares se convierten en ríos
y la madrugada permite que
la imaginación vuele muy alto.
Mientras el negro de París
me mira tan hipnotizado
y me dice tan seguro de sí:
Hoy es el día de los deseos
que se cumplen.
Y acá estoy yo, en la cima,
mirando mi querida Buenos Aires,
una mina de oro para los ladrones
y un gran campo de batalla
para los inocentes.
Hay tantas luces en el mundo
enfocadas en mi Buenos Aires,
quizás son inmigrantes como yo,
deseando regresar algún día
para sentirse en casa otra vez.
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Autor:
Rosendo Ruiz (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 8 de julio de 2025 a las 11:59
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 1
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